COMPROMISO SOCIALES 3° MARZO 28 DE 2016
IMPRIME Y REALIZA LAS SIGUIENTES ACTIVIDADES.
1. Lee con mucha atención.
El
lobo y el perro
Cerca de un bosque, había una vez un lobo tan flaco que no
tenía más que piel y huesos. Su flacura la debía, entre otras cosas, a que no
se podía acercar a los ganados, pues estaban protegidos por los perros
guardianes. Por eso, sólo de vez en cuando podía meterle el diente a un poco de
carne.
Un día, el lobo estaba acechando el rebaño de ovejas, para
ver si la suerte lo ayudaba y alcanzaba a cazar, encontró a un perro mastín que
se había extraviado. El animal era rollizo y lustroso. Se veía que estaba bien
alimentado. El lobo lo hubiese atacado de buena gana para servirse un buen
almuerzo. Pero, con mucha sensatez, pensó que tendría que emprender una batalla
y que el enemigo tenía trazas de defenderse bien.
Por eso, el lobo decidió acercársele con la mayor cortesía y
entablar una conversación con él.
- Te felicito, amigo, tienes un hermoso cuerpo – dijo el
lobo.
- Amigo lobo, tú no luces tan bien como yo porque no quieres
– contestó el mastín.
El lobo lo miró asombrado.
¿Cómo que no quiero? A mí me gustaría estar tan bien
alimentado como tú.
- Entonces, deja el bosque – repuso el perro-. Los animales
que en él se guarecen son unos desdichados, muertos siempre de hambre. ¡Ni un
bocado seguro! ¡Todo a la suerte! ¡Siempre al acecho de lo que sea!
- Es verdad – dijo tristemente el lobo-. Cada día que
amanece, me pregunto si tendré un buen almuerzo. Y, cuando llega la noche, casi
siempre me voy a dormir con la barriga vacía.
- Entonces, no lo pienses más – repuso el perro-. Sígueme y
tendrás mejor vida.
- ¿Y qué tendré que hacer? – preguntó el lobo, que
desconfiado, sabía que nada era gratuito en esta vida.
- Casi nada- repuso el perro-. Tienes que proteger la casa,
perseguir a los ladrones, jugar con los de la casa y complacer al amo. Con tan
poco como esto, tendrás a cambio, huesos de pollo, pichones y, además algunas
caricias.
El lobo, al escuchar esto, se imaginó que tendría un buen
porvenir y decidió irse con el mastín y ayudarlo a encontrar su casa.
Iban caminando, cuando el lobo advirtió que el perro tenía
una peladura en el cuello.
- ¿Qué es eso? – le preguntó
- Nada – contestó el perro.
- ¡Cómo que nada! Si te veo el cuello pelado. ¿Por qué lo
tienes así!
- Será la marca del collar al que estoy amarrado.
- ¡Amarrado! – exclamó el lobo- ¿Qué? ¿Estás amarrado? ¿No
vas y vienes adonde tú quieres y a la hora que quieres?
- No siempre… Pero eso, ¿Qué importa?
- ¡A mí me importa! Mi libertad es más importante que tu
comida. El precio que debo pagar por el alimento es demasiado alto. Y la
libertad es el mayor tesoro que poseo en el mundo – dijo el lobo y se echó a correr.
Aún está corriendo.
1. 2. Luego responde las siguientes preguntas:
-¿Cuál es la moraleja
que deja la lectura?
-¿Qué derechos se
menciona en la historia?
3. Observa la siguiente ciudad donde no se
respetan las normas. Luego, responde: ¿Qué opinas? ¿Son importantes las normas? ¿Quiénes
deben cumplir las normas?
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